Mundo de Tinieblas: Parte 1 - Guardianes de la Humanidad

Durante siglos, nuestro mundo fue atacado, acechado por criaturas desconocidas e imposibles de imaginar. La raza humana no puede entender la situación que los rodea. Solo un grupo de personas son capaces de combatir esta plaga. Solo nosotros podemos luchar... en este mundo de Tinieblas.

Actualidad:

Era bastante tarde. La lluvia caía a cantaros. Las calles estaban inundadas y no había ni un auto. Bueno, excepto uno. Un Megane, negro como la misma oscuridad, estaba estadionado enfrente a un hotel. Su conductor era un adulto de más o menos treinta y cuatro años de edad. Su barba de apenas dos días y un bigote con punta fina. Al lado de él, una joven de veinticuatro años de edad, sostenía una daga con inscripciones en latín. Su pelo era negro y sus ojos eran azules. Era bastante atractiva. Detrás de ellos dos, un hombre de treinta años leía un libro: el Corazón de Las Tinieblas. Su compañero, de unos veinticinco, dormía a pierna suelta. Tenía un abrigo de invierno y dentro de él abultaban cosas. Ninguno de los cuatro hablaba. Silencio. Silencio.

De repente, una radio sonó. Los tres, que estaban despiertos, dejaron de hacer lo que estaban haciendo y se inclinan hacia el aparato. Una voz habló.

Radio: El objetivo está por salir por la puerta trasera. Mandó un señuelo a la puerta principal. Intenten evitarlo, ya que si los ve, dará la alarma y el verdadero se escapará. Cambio.

El conductor tomo la radio.

Conductor: Copiado. Quédate en tu posición. Cambio y fuera.

Los dos de adelante se comenzaron a sacar los cinturones de seguridad. Su compañero de atrás movió al dormilón.

Dormilón: ¿Qué pasa?

Compañero: Es hora.

Los cuatro salieron del auto y abrieron el baúl. Había de todo tipo de armas. Rifles, pistolas, silenciadores, hachas, dagas, espadas, lanzallamas, bazookas. De todo. El conductor agarró una ametralladora, la cargó, se la puso en la espalda y tomó dos dagas. Su amiga tomó las pistolas ligeras y una granada. Los dos de atrás agarraron una pistola cada uno y dos hachas arrojadizas.

Conductor: Rose, ve con Richard a la parte trasera. Jason, tú ven conmigo.

Jason dio un gruñido de dormido y el conductor lo agitó.

Conductor: Despierta, marmota. Te necesitamos despierto.

Jason: Sí. Necesitan al maestro.

Rose: Cállate. ¿Cuando veamos al verdadero, qué hacemos William?

El conductor, William, giró la cabeza y miró al hotel. Luego miró a Rose.

William: Mátenlo.

Rose y Richard salieron trotando debajo de la lluvia. Sus impermeables hacían música con las gotas. La hoja del hacha de Richard brillaba a la luz de las lámparas.

William: Jason, ten la bazooka a mano.

Jason: Tú lo has dicho, jefe.

Durante unos minutos no pasó nada. Rose y Richard esperaban al objetivo. William y su compañero esperaban detrás del auto, empapándose. Nada, nada, nada. Jason tarareaba una canción mientras miraba las ventanas del hotel. William miraba fijamente a la puerta.

Unos segundos después, el sonido de un auto se acercaba. Estaba muy cerca. No. No eran uno. Eran tres. William cargó la ametralladora y Jason miró a los vehículos.

Las puertas se abrieron y de la puerta del hotel salió un hombre con un impermeable. Su pelo era gris y el hombre llevaba anteojos. No pasó ni un minuto cuando cuando un disparo rompió el monótono ruido de la lluvia. Dos disparos. Tres. Seis. Los hombres que vinieron a buscar el señuelo sacaron sus armas. Jason se levantó, mientras que William lo cubría. Uno de los hombres lo vio. Pero tarde. El misil voló en pedazos el vehículo que llevaba dentro al impostor. William apretó el gatillo y las balas penetraron el pecho de cada uno de los guardias. El cargador se vació. Uno que sobrevivió apunto a William. Pero no logró jalar el gatillo, ya que una bala le voló los sesos. Rose y Richard salieron de un callejón, con las armas en las manos.

William: Vamos, al auto todos!!

El líder del grupo giró hacia el auto, pero una sombra lo cubrió. Uno de los guardias se le tiró encima y lo intentaba matar. William lo agarró por la cabeza y lo arrojó contra una pared. El guardia se incorporó mareado y cuando miró para arriba, una daga se incrustó en su cabeza.

William alzó la vista e hizo una seña al techo del edificio de al lado. El francotirador lo vio, tomó sus cosas y se fue. William corrió al auto. Richard mantenía su brazo en el hombro. Jason metió la bazooka en el baúl y entró al auto.

Richard y Rose volaron sobre el agua y entraron al vehículo. Richard tenía una bala en el hombro. Rose sacó de abajo del sillón un botiquín de primeros auxilios, con la manos temblando. William arrancó el auto y salieron a toda velocidad. La policía no logró ni llegar a cuatros cuadras del atentado. Todo pasó muy rápido. Richard gemía por el dolor.

Richard: Ahh!!

Rose: Aguanta! Ya casi te saco la bala.

La pinza atrapó la bala y la sacó de la carne del herido. Richard contuvo sus fuerzas. Su amiga sacó un algodón y unos vendajes para detener el sangrado. William bajaba la velocidad.

Después de vendarlo, Rose se sacó las armas de encima y las guardó en una cajita de metal.

Rose: Era verdad la información. El objetivo era uno de ellos.

Jason: Condenados vampiros. Nunca se acaban.

William: Mientras haya mal, nosotros combatiremos para exterminarlo.

De repente, un auto negro los chocó por atrás. Eran ellos. Uno de los vampiros se lanzó al auto y se apoyó en el baúl. Jason saco su cuerpo por la ventanilla y Rose lo tenía agarrado de la campera para que no se cayera. El vampiro vio al chico y corrió a él. Jason apuntó a su cabeza y jaló el gatillo. El vampiro salió volando para atrás y se estampó contra el vidrio de sus compañeros. Otro sacó la cabeza por la ventana sacando una pistola ligera. Jason le disparó y le dio en el hombro. El monstruo lanzó un alarido y apuntó otra vez. William giró bruscamente en una calle y Jason disparó al auto. La bala dio en la manija que hizo abrir la puerta. El vampiro cayó y las ruedas del auto le aplastaron el cráneo. Jason volvió a meterse dentro de su auto y recargó. Rose salió por la otra ventanilla y apuntó con la bazooka. El conductor que los perseguía giró para la derecha. Rose no pudo apuntarle y le lanzó el arma a Jason, que volvió a sacar su cuerpo por la ventanilla. El joven la atrapó y sin apuntar le disparó a los vampiros. El misil dio en el auto de lleno y se cubrió de llamas. Los dos amigos se metieron dentro del auto otra vez, mojados por la lluvia.

William bajó la velocidad y giró en una calle iluminada por las lámparas de las esquinas. Por cinco minutos no paso nada. El auto iba tranquilo y sin brusquedad. William vio el Hotel Winston y se dirigió a él. Le dio el tique de estacionamiento al guardia. A los instantes se abrió la puerta.

El auto entró en el garaje subterráneo y William estacionó. Miró a su compañero herido.

William: Cómo te sientes?

Richard: Mejor. ¿A ver como quedó?

Se sacó el vendaje y con un algodón limpió la sangre. La herida se había ido.

Rose: Menos mal que eres un hombre-lobo. Te hubiéramos tenido que llevar a un hospital por la profundidad que la bala llegó.

Jason: Vivirás para otro día, amigo.

Richard: Sí. Pero ahora solo quiero comer y dormir.

Los cuatro salieron del auto y sacaron el resto de las armas del baúl.Fueron hasta un ascensor y subieron hasta el último piso. Cuando llegaron arriba, caminaron por el pasillo. Llegaron a su puerta número 148. Abrieron la puerta y dejaron las cosas en el suelo del departamento.

Jason: Espero que haya comida.

Rose: Tiene que haber. Hoy compré hasta llenar la heladera.

William se sacó el traje y sus armas. Pesaba para una persona normal. Richard murmuraba.

William: Qué dices?

Richard: Solo decía qué día estamos. Hoy es 24 de Febrero.

Jason: Cómo pasa el tiempo! Bueno, acá en Londres nunca pasa nada sobrenatural, verdad chicos?

Los cuatro rieron. Londres estaba tranquila. No había ruido. Era el lugar ideal para dormir y descansar. Pero el trabajo de ellos era constante.

William fue al living y vio una carta. Estaba firmada con una I sangrienta.

William: Itachi estuvo aquí. Acá nos deja la dirección de la nueva misión. Nos encontraremos con él en Oxford.

Jason: ¿Oxford? Ay dios. Allí rebalsa de cosas raras.

Richard y Rose: Es nuestro trabajo.

Jason: Maldito trabajo.

William: Si hacemos nuestra misión a tiempo, tal vez podemos ir a las termas.

Jason lanzó un grito de júbilo y fue a la heladera.

Rose: Es bastante irónico. Combatimos seres sobrenaturales, y al mismo tiempo, nosotros también somos sobrenaturales. Espero que el Papa nos acepte a pesar de lo que somos.

William: El Papa nos ha aceptado después de lo que hemos hecho. Pero nos tiene vigilado. No es extraño. Por nuestra naturaleza, el ser humanos tiene que desconfiar ya que se siente como un bebé indefenso. Seremos hombres-lobo pero peleamos por la humanidad.

Richard: A la gente normal no le conviene saber que existimos. Si se enteran, reinaría el caos. Muerte, destrucción. Solo Dios sabe que más.

Jason volvió con una cerveza en la mano, cantando.

Jason: Yo soy feliz siempre y cuando exista la cerveza y los pasteles.

William sonrió. Miró afuera por la ventana. La lluvia había parado. La Luna brillaba e iluminaba todo Londres.

El teléfono sonó. Sorprendió a todos. A Jason se le volcó la cerveza y lanzó una palabrota, Richard por poco rompe el tocadiscos y Rose se le cayó la taza de té. Maldiciendo, Jason contestó el teléfono.

Jason: Hola, quién es?

Por unos segundos, el joven no dijo nada. Luego miró a William.

Jason: Es Itachi.

El licántropo tomó el teléfono y escuchó a su camarada.

Itachi: Tanto tiempo, William. Espero que hayas visto la carta que te dejé.

William: Sí, la vi.

Itachi: Solo te llamó porque me olvidé de aclarar una cosa.

Los tres amigos del hombre-lobo miraban a su amigo, sin poder escuchar la conversación. Luego, William colgó.

William: Dos noticias. Una mala y una buena. Con cual quieren que empiece?

Jason: La mala.

William: Ok. La mala es que tenemos un grupo de vampiros levantando muertos-vivientes en todos los cementerios.

Jason: Quéeee?! Y cual es la buena?

William: La buena es que son muy pocos y tardan demasiado en levantarlos ya que en Oxford, el Sol aparece más temprano, últimamente.

Los tres lanzaron un suspiro. Por poco casi los mandan a su funeral.

William: Bien muchachos, descansen que mañana partimos.

Rose: Y los pasajes y la ropa?

Jason: Y el hotel?

William: No se preocupen, Itachi ya se ocupó de eso.

Jason abrió la puerta de su cuarto pero se encontro con una persona. El desconocido saltó sobre el chico pero Jason logró evadirlo. William lo agarró y lo lanzó contra la pared. Rose le lanzó una daga que se clavó en su pecho pero aún así seguía vivo. Richard saltó y le clavó una de sus hachas pero nada. Entonces el vampiro lo mordió. William lanzó un grito de cólera. De repente, todo su cuerpo aumento de tamaño, sus músculos se expandieron como si las estuvieran inflando, su hocico se alargó y por todo el cuerpo se cubrió de pelo negro. El vampiro estaba petrificado de horror.

William: Departamento equivocado.

El vampiro corrió a la ventana pero el hombre-lobo lo tomó de la pierna y lo estampó contra la pared, de nuevo. Pero esta vez, abrió el hocico y le aplastó el cráneo. La sangre se esparció por todos lados y manchaba los dientes afilados de William.

Durante el resto de la noche, el grupo de guardianes se ocupó de dormir, ya que una gran aventura los llevará a Oxford.

El viaje fue rápido. En solo 2 horas, ya estaban allá. Los cuatro tomaron sus equipajes y fueron a la estación de micros. Allí tomaron uno que los llevó cerca de la dirección que Itachi les dejó. Cuando llegaron, un joven los esperaba. Tenía una túnica negra, unos anteojos negros, y un símbolo en la cabeza. William se acerco a él.

William: Tanto tiempo sin verte...viejo amigo.

Itachi: Veo que usas la misma ropa que hace años. Por qué no cambias?

Ambos rieron. Itachi estaba más "lúcido" que la última vez. No tenía signos de cansancio ni nada por el estilo. El joven los condujo a su habitación. Era bastante lindo. Rose dejó los bolsos en el suelo y visitó el departamento. Jason, lo primero que hizo fue ir a comer algo, ya que se moría de hambre. Richard se sentó en un sillón y observó el living. Itachi les había conseguido un muy buen lugar.

William: Bien. No tenemos mucho tiempo. Cual es la situación?

Itachi: Sí. Según la información que recolecté, esos vampiros están algo atrasados.

William: Qué quieres decir?

Itachi:¿ Te acuerdas que te dije por teléfono que el Sol sale más temprano, últimamente? Bien, en parte es por eso. La otra es que no está su líder.

William lo miró extrañado.

William:¿ Líder?¿ Cómo es que tienen líder? Pensé que el último que matamos era su único líder.

Itachi: Al parecer no lo era. Los otros grupos que tenemos en diferentes partes del mundo, como París o Tokio, me han informado que han emergido nuevos líderes. Estos no son como los que antes. Son más rápidos, más fuertes y más resistentes. No sé si la plata los matará pero sé que los lastima como todo vampiro.

Jason: Al menos nos vamos a entretener más.

William e Itachi sonrieron. William estudió la situación.

William: Según los registros, donde hay vampiros?

Itachi fue a un estante, sacó un papel y lo desenrolló. Lo puso en la mesa y mostró los diferentes puntos.

William:¿ Te das cuenta de lo que esto significa?

Itachi afirmó con la cabeza.

Itachi: Por ahora deben tener unos veinte cada punto.

Jason intervino.

Jason:¿ Veinte?¿Veinte qué?

Itachi: Veinte zombis.

Rose volvió y vio el mapa. Luego miró a Richard y a Jason.

Rose:¿ Qué pasa?

William: Si no nos equivocamos, estos puntos van a desencadenar a alguien que hemos contenido durante siglos.

Luego bajó la cabeza, respiró y la volvió a mirar.

William: A Marcus.

Jason, Richard y Rose los miraron con asombro.

Richard: Marcus.¿ El mismo Marcus que fue encerrado por el Papa León Primero?

Itachi: Así es. Y tenemos que evitarlo.

Jason: ¿Pero como es qué esta acá en Inglaterra?

William: Es una larga historia. Todos agarren las armas y accesorios. Nos vamos.

Todos actuaron de inmediato. Agarraron los bolsos que contenían las armas y las pusieron en el baúl del auto. William arrancó y se dirigieron a uno de los puntos.

Jason: ¿A donde vamos?

Itachi, que estaba al lado de William, lo miró.

Itachi: Al cementerio.

Jason tragó saliva. Rose sonrió y miró a Richard. El también sonreía. Jason lo vio.

Jason: Para que sepan, nunca me gustó el cementerio.

Los dos rieron y Jason se acurrucó en su sillón. William miraba el reloj y al Sol.

William: Se nos acaba el tiempo. Vamos más rápido!

Cuando llegaron, el Sol casi se había ocultado. Jason y Richard sacaron las armas del auto. Rose salió del auto y dio una recorrida al cementerio. William e Itachi miraron la Cripta.

William: Espero que no haya nada ahí dentro.

Itachi: Pronto lo sabremos.

Jason agarró sus armas y se las pasó.

William: Sea lo que sea, apunten a la cabeza. Es su punto débil.

Jason: Todos sabemos eso, pero gracias por recordar.

William sonrió y cargó su ametralladora.

Rose se dirigió a Itachi.

Rose:¿Estás seguro que no hay ningún campesino o sepultador por acá?

Itachi: Pregúntale a William. Su olfato es cinco veces mejor que el mío.

Rose:¿Qué quieres decir?

William: Rose, ve a ese punto. Jason, tú ve a ese. Richard cúbreme.

Finalmente, el Sol se ocultó. Rose movió su pie para acomodarse, pero la tierra se movió. Una mano la agarró y tiró de ella. De pronto, veinte muertos-vivientes se levantaron y caminaron hacia ellos.

William: ¡Fuego!

Las ametralladoras, pistolas y otras cosas resonaron en el cementerio. Los zombies eran viejos y su piel seca. Se rompían con facilidad.

Jason: Esto es pan comido.

Sin previo aviso, una mano tomó del hombro a Jason. El chico giró la cabeza y un vampiro le mordió en el cuello.

Jason: Desgraciado!!

El chico tomó del cuello al vampiro y lo arrojó a una lápida. El vampiro quedó atontando por el golpe y miró a Jason. Pero era tarde. Jason se transformó en Gauru y se lanzó sobre él.

William : Me imagine que eso iba a pasar.

Rose: Vienen de todos lados!

Itachi: Dejen sus armas! Utilicen las de verdad!

William, Rose y Richard tiraron las armas y se transformaron en Gauru también. Más de veinte vampiros se abalanzaron sobre ellos. Itachi tiró sus armas y se transformó en un híbrido. Cuatro hombres-lobo y un híbrido luchando contra veinte vampiros. Fue una masacre. No les dieron ni oportunidad de escapar.

Cuando terminó todo, William se transformó en humano otra vez. Itachi siguió su ejemplo, lo mismo que los otros tres.

William: No hay más vampiros. Pero hay otra cosa.

Itachi:¿Qué es?

William lo miró.

William: Una quimera madre.

De los árboles, una quimera enorme salió y golpeó con carga a Jason y Rose. Richard saltó sobre ella, pero fue golpeado por su terrible cola.

William: Itachi, ya sabes que hacer!

La quimera saltó sobre Itachi pero él la esquivó, y la montó. La bestia se agitó con mucha fuerza. William se transformó en Gauru otra vez y saltó a ella. Ambos intentaban detenerla.

Itachi:¡No puedo más! Se me acaban las fuerzas!

William:¡Ahora!

Los dos al mismo tiempo, clavaron sus afiladas garras en el corazón de la quimera, al mismo tiempo. Uno desde la espalda y el otro desde enfrente. La bestia cayó pesadamente y William se quebró un hueso.

Itachi: William!¿Estás bien?

William se levantó y acomodó el hueso roto. Instantáneamente, se regeneró.

William: Vamos. Hay que quemar los cuerpos.

Jason y los otros dos fueron a la Cripta. William los vio.

William: No la abran!!

Pero fue tarde. La puerta voló en pedazos y de ella salió una medusa. Jason y los otros dos no pudieron evitar verla y fueron convertidos en piedra. De arriba de la cripta, la gárgola que estaba hecha piedra, cobró vida.

William: Maldición!

Itachi:¡Yo me ocupó de la gárgola! Tú ocúpate de la Medusa!

William entendió lo que quiso decir. Sin ningún pretexto, se clavó las garras en los ojos. Había quedado ciego. Pero solo por un tiempo. Gracias a su olfato, podía encontrar a la Medusa.

William:¡Allí estás!

Entonces, saltó sobre ella, que no pudo hacer nada. Murió al instante, con la mandíbula de William en el cuello, clavándole muy fuerte los dientes. Mientras, Itachi le rompió el cuello a la gárgola. Los otros tres recobraron la vida y cayeron exhaustos.

William vio a todos los cuerpos. Luego miró a Itachi.

William:¿Cómo es que hay tantos seres sobrenaturales. Nunca había tantos en un lugar.

Itachi: Seguramente debe ser porque los vampiros se preparan a despertar a tú sabes quien.

William: Tendremos que conseguir más gente. Es imposible que nosotros cinco nos encarguemos de esto. Por ahora vaciamos un punto. Quedan otros cuatros. Y si cada un tiene la misma cantidad de monstruos o más, estamos en problemas.

Itachi: Veré que puedo hacer.

Jason se levantó temblequeando. Estaba blanco como la nieve. William e Itachi lo ayudaron a incorporarse bien.

Jason: Siento como si me hubieran sacado el alma.

William: Tenemos que quemar los cuerpos. Antes de que revivan otra vez.

Rose y Richard se levantaron mutuamente, ayudados por Itachi que dejó a Jason con William.

Richard: Yo traeré gasolina. Así podremos quemarlas.

Rose:¿Qué te pasó, William?

William: No te preocupes por los ojos, ahora se regenerarán.

Efectivamente, los ojos de William se regeneraron y volvieron a estar como estaban antes.

Durante horas, tuvieron que amontonar los cuerpos y quemar los.

William: Bien, aquí termina nuestro trabajo.

Tomaron sus armas, las limpiaron, y luego las guardaron cuidadosamente en los bolsos.

William vio a la Medusa y se le ocurrió una idea.

Cuando volvían, Jason vio que uno de los bolsos estaba manchado de sangre por dentro.

Jason:¿Qué es esto?

William lo vio a tiempo y lo detuvo.

William: No te conviene abrirlo.

Richard:¿Pero qué demonios tiene? Lanza un olor horrible.

William: Es la cabeza de la Medusa. Todavía funciona.

Itachi:¿Cómo que todavía funciona?

William:¿Nunca leyeron o escucharon la historia de Perseo y la Medusa?

Todos se quedaron pensativos por un momento. Luego se dieron cuenta. Y se rieron.

Itachi: Que arma que tenemos ahora, eh?

William: Sí. Y no creo que sea fácil sacar el hechizo. Y más vale que no la vean con los ojos abiertos, ustedes tres!

Rose: Ya sabemos.

Durante el resto del día, lo único que hicieron fue dormir.

No era muy apacible los días de invierno. Había más misiones. Más monstruos que destruir. Pero por suerte, William y sus compañeros no se lamentaban por el frío. Su bendición de hombres-lobo les permitía adaptarse a cualquier temperatura. Es mas, el invierno es la etapa ideal para los hombres-lobo.

Habían pasado unos tres días desde que habían terminado una misión de matar un grupo de ghouls de Londres. Jason se divertía con su perro Arthas. Rose hacía pasteles y Richard veía la tele. En cambio, William e Itachi estaban concentrados en su partida de ajedrez. Jason los miro un momento.

Jason: No entiendo como les puede entretener jugar a ese juego complicado.

Richard le respondió mientras cambiaba de canal.

Richard: Eso depende de sus gustos. A ti te gustan los pasteles de excesos de crema, a mí no.

Jason murmuró.

Jason: Bichos raros.

Richard y William: Te escuché.

Rose se acercó a William y le dio una bandeja con galletitas. William le agradeció y tomó una.

William: Todo depende de como juegue uno.

Itachi: Aha.

William devoró la galletita y movió su alfil a una esquina. En ese momento, el teléfono sonó. Rose se acercó y atendió.

Rose: Sí, quién es?

Rose miró a William y le alcanzó el teléfono.

William: Hola?

Michael: Hola William. Te tengo noticias.

William: Di.

Michael: Se han notificado problemas todas las noches en el shopping del centro. Al parecer fue obra de algunos vampiros con humanos hipnotizados. Probablemente también allá alguna otra cosa.

William: Bien, gracias.

William se levantó y colgó el teléfono.

William: Bueno chicos, tenemos trabajo.

Los cuatro se acercaron a William para que les de la noticia.

William: Al parecer hay problemas en el shopping del centro. Tenemos que ir esta noche a patear traseros vampirescos y algún humano hipnotizado.

Jason: Bien! Por fin acción!

Richard:¿No era que querías jubilarte?

Jason: Cállate.

William: Ah, una cosa. Nada de armas de fuego. Si se detecta fuego en el shopping se dará la alarma y la policía llegará muy rápido. Lleven armas blancas.

El líder fue a su cuarto y abrió un estante. En el contenían espadas, dagas, lanzas, hachas, ballestas, arcos y mazas. Todas de plata.

Jason:¿No es un poco arriesgado que todas sean de plata? Nos puede herir también a nosotros.

William: Depende de como se usen.

Eran las doce menos diez. Nadie había entrado en el shopping excepto ellos. Jason jugaba con su lanza y Richard afilaba su hacha. Rose miraba las estrellas por la ventana del techo. Itachi estaba concentrado y William agudizaba su oído. De repente, William sintió algo.

William: Silencio. Todos.

Los ruidos eran más intensos. Era más o menos diez o doce. Y hacían bastante ruido.

William: Itachi ve a un lugar oscuro para camuflarte. Rose salta ahí arriba en el techo. Puedes ver todo desde arriba. Jason, ve atrás de esas cortinas. Richard vigílalos desde ese mostrador. Vayan!

Los cuatro salieron corriendo, silenciosos, y se mantuvieron en sus posiciones.

William se transformó en lobo y se acurrucó detrás de una maceta, ya que los intrusos se acercaban bastante rápido. El lobo alzó la mirada y los vio. Uno de ellos era un vampiro bastante alto y con cara de torpe. El que estaba al lado de él era un bastante flaco, con cara de físico, el que calcula todo; y por último el líder: fuerte, astuto, no tan grande como su estúpido compañero pero alto.

William notó que los humanos estaban sacando los cerámicos. Algo buscaban. Pero él no sabía que. Pero entonces se escuchó un ruido bastante familiar: Jason había estornudado.

William, pensando: Maldita sea. Justo ahora.

Los vampiros aligeraron el paso de los humanos y mando a sus compañeros a ver que ocurría. William se incorporó ya que iban a descubrir a su amigo. Y lanzó un rugido.

Los dos vampiros que iban a Jason miraron a William. El chico aprovechó el momento, se transformó en Gauru, y saltó sobre los dos vampiros. Rose y Richard se transformaron también y saltaron sobre los asaltantes. William saltó y se dirigió al jefe. Los humanos, controlados por ellos, intentaban impedir que William matará a su líder. Itachi apareció detrás del objetivo y le clavó sus garras en el hombro. Sin ningún tipo de advertimiento, el vampiro saco la mano de Itachi, y le retorció el brazo.

Itachi: No es posible!

William juntó fuerzas y se levantó bruscamente haciendo volar a los humanos. Luego miró al vampiro que estaba con Itachi.

William:¡Es un líder!¡Jason, Rose, Richard! Acaben a esos dos y vengan acá!

Los tres siguieron las órdenes y en cuestión de segundos, los dos vampiros estaban hechos pedazos. Mientras, William e Itachi mantenían a raya al líder. Pero este era muy poderoso.

William: Jason, ve por atrás; Rose, tú ve por el costado derecho; Richard, el izquierdo; Itachi ven conmigo.

Los cinco cayeron al mismo tiempo sobre el vampiro. Jason no logró golpearlo ya que fue el primero en caer sobre él, y el primero en caer. Rose ligó una fuerte patada, pero Richard logró llegar a él. El licántropo lo tomó del brazo izquierdo, Itachi lo agarró del otro, y William se lanzó sobre la cabeza. El vampiro estaba petrificado.

Minutos más tarde, William se estaba limpiando la sangre. Itachi estaba descansando y los otros tres miraban los cadáveres.

Rose: Que asco. Menos mal que lo matamos.

Jason: Sí, pero no puedo creer que eran solo esos. Si era un líder, donde están sus otros sirvientes?

Cuando terminó de hablar, el vidrio del techo estalló en pedazos. Tres gárgolas y una quimera se introdujeron en en shopping. La alarma sonó. Jason, Richard y William se transformaron en Gauru pero Rose no tuvo la oportunidad. La quimera la golpeó con su sólida cabeza y las gárgolas recogieron a la inconsciente Rose. La quimera rugió y William saltó sobre ella, matándola. Itachi y los otros dos, saltaron para rescatar a Rose, pero las gárgolas ya estaban lejos. En medio de las miradas atónitas de William y los demás, una risa cortó el aire. El vampiro que supuestamente estaba muerto, reía. William lo tomó del cogote.

William:¿A donde la llevan?¡Habla!

Vampiro: La llevan a aquel lugar que es inaccesible para bestias como tú. Jejeje. Tu amiga estará muerta para el amanecer de dentro de dos días. Nunca llegarán a tiempo.

William lanzó un rugido y de un zarpazo destrozó por completo la cara del vampiro. Mientras, unas sirenas se acercaban.

William: Todo estaba planeado. Ellos sabían que apenas los matábamos, bajaríamos la guardia.

Richard: La policía. Tenemos que apresurarnos.

Jason: Ya llegaron a la puerta.¿Por donde saldremos?

William pensó moviendo la cabeza. Luego se le ocurrió una idea.

William: La ventana.¡Vamos! Tal vez podemos alcanzar a Rose.

Los tres licántropos y el híbrido saltaron a la ventana de donde aparecieron y salieron las gárgolas. La policía entró pero cuando llegaron a la ventana, ellos ya se había ido. Lo único que quedaba eran los humanos que recién se estaban despertando y los tres cadáveres.

Mientras, William, saltando de techo en techo, seguido por sus amigos pensaba.

William: Encontraré a Rose, y si veo al desgraciado que planeó todo, lo descuartizaré!

Mientras, Rose volaba sobre los blancos bosques, yendo a un lugar conocido. Un lugar al que prometió nunca volver.

Un día después del secuestro de Rose, William y los demás rastrearon a su compañera. Era casi imposible encontrarla. Las gárgolas descansaban de día para no ser destruidas por el Sol, pero cuando tenían que partir, volaban muy rápido.

William miraba los restos de animales que las gárgolas se habían comido. Era una pista muy reciente.

William: Las estamos alcanzando. Pero dudo si Rose esta bien.

Jason miró hacia abajo para lamentarse. Unos ruidos llamaron la atención. Itachi había vuelto, pero sin rastros. Richard estaba desesperado. En ese momento, Jason vio una cadenita enterrada en la nieve.

Jason:¿Qué es esto?

Richard lo miró y vio el objeto. Se agacho bruscamente y lo tomó.

Richard: Es la cadena de plata de Rose. Ella nunca se la sacaba. Seguramente nos quiere decir que está viva.

William se irguió.

William: Entonces, avanzemos.

Los días pasaron y el grupo se acercó más y más al Reino del Caos, el último lugar al que un hombre-lobo querría volver. Al llegar, contemplaron la escena. La tierra estaba quemada y consumida, los orcos merodeaban por los valles y los dragones, arpías y gárgolas volaban, vigilando de que nadie entre. Desde lo lejos, una mancha se notaba volando.

Itachi:¡Es Rose! La están llevando a la Torre Maldita.

Richard se encogió al escuchar el nombre. William pensó, mirando los orcos.

William: Bien, este es el plan. Unos metros más abajo, hay un pantano negro. Si nos bañamos en él, pareceremos orcos. Después veremos de conseguir las armaduras de orco, pero lo importante es llegar a la Torre. Itachi, dime cómo son los ladrillos.

Itachi se levantó y agudizó su vista.

Itachi: Están muy angostos. Pero no hay riesgos de que se rompan.

William: Bien, treparemos allá. Pero tendremos que vestirnos, para que no nos descubran.

Los licántropos bajaron hasta el pantano y se bañaron en él. Suerte para ellos, una patrulla de orcos los vio pero no retornaron excepto sus armas y armaduras, con los hombres-lobo.

Los cinco bajaron al valle muerto y cruzaron su tierra quemada. Varias patrullas de orcos pasaron entre ellos, pero ninguno se dio cuenta de la verdad.

Cuando llegaron a la Torre, dejaron sus armaduras y treparon los muros. Cuando llegaron a la cima, se encontraron con una sala de torturas, un telescopio, y un guardia durmiendo profundamente. William se le acercó y le rompió el cuello. Acto seguido le sacó la armadura y se la puso él. Itachi y los otros dos se acomodaron la ropa y vieron si nadie los vio escalar. William miró por el cerrojo y solo vio dos guardias hablando. William se acercó a sus amigos.

William: Muy bien. Yo me encargaré de los guardias, esperen aquí.

Dicho esto, se fue. William se acercó normalmente al más cercano y lo saludó. Cuando siguieron hablando, le rompió el cuello. El otro se quedó petrificado por la impresión de que "uno de ellos" había matado a un compañero. William aprovechó la ocasión y lo mató, clavándole la hoja de la lanza en la garganta. Después, miró a sus compañeros.

William: Salgan y que se vistan las armaduras.

William vio que Itachi ya tenía armadura.

William:¿De dónde la sacaste?

Itachi: Estaba en un armario.

Cuando Jason y Richard terminaron de armarse, todos bajaron la gran escalera de caracol que tenían enfrente.

Cuando llegaron abajo de todo, estaban en una gran sala decorada con estatuas de héroes. El problema es que había muchas puertas. William tomó una decisión.

William: Aquí nos separamos. Richard, ven con Itachi. Jason, tú vendrás conmigo. Nos veremos aquí en quince minutos.

Los dos grupos se despidieron y se separaron. Richard e Itachi se encontraron en una gran biblioteca. Gracias a sus trajes, pasaron desapercibidos.

Mientras, William y Jason entraron en un sala de industria. Estaba repleta de enanos. Pero se notaba algo raro en ellos. Estaban tristes. Jason se inclinó por la impresión y vio que estaban encadenados.

William: Seguramente deben ser los esclavos que los Dioses del Caos esclavizaron en la última guerra.

Jason: Sí, pero debemos movernos: las patrullas aquí se mueven constantemente y si no lo hacemos llamaríamos la atención.

Ambos licántropos dejaron la triste sala y caminaron por un túnel. Era angosto e iluminado por antorchas. Al final, se encontraron con dos guardias que les abrieron las puertas.El siguiente salón era peor que el anterior. Era un comedor de orcos, trolls y ogros. Todos comían, reían, se insultaban y se peleaban al mismo tiempo. Cuando caminaron junto a un grupo, un orco chocó contra William.

Orco: Mira por donde vas.

William: Mira por donde vas tú, borracho, o te resbalarás y te clavarás vos mismo tu espada.

El grupo de orcos se rió de su compañero. El orco estaba furioso.

Orco:¡Te sacaré las tripas como a un cerdo!

William:¿¿A MÍ??

El orco se lanzó sobre William, pero el hombre-lobo lo esquivaba fácilmente. Más risas todavía. El orco se puso colorado y lanzó una apuñalada a William, pero el licántropo tomó la espada como si fuera de juguete. Firmemente, le dobló la hoja. Como un rayo, le sacó el arma al orco que se quedó petrificado. William arrojó la espada y agarró al orco por el cuello y lo levantó. Estaba blanco en vez de negro.

William: Escúchame bien, rata de alcantarilla, si vuelves a molestar a mi compañero o a mí, te sacaré los sesos con tu sacacorchos nuevo.

El orco asintió con la cabeza, asustado. William lo soltó y siguió caminando. Los demás orcos dejaron paso para que no los trataran igual.

Ahora estaban en un salón casi igual al que dejaron junto con la escalera de caracol. De repente, una de las puertas de madera y hierro se abrieron. Richard e Itachi aparecieron, sanos y salvos.

William: Bien, esto simplifica los planes. Vamos.

William e Itachi abrieron las grandes puertas del salón. Lo que vieron lo dejaron boquiabiertos. En vez de haber tierra removida y quemada, estaba una tierra saludable, verde, y con árboles y frutos, etc. Enfrente de ellos, había una gran catedral. A su costado, una gran sala daba un espectáculo de magia. William deduzcó que era la Sala de los Magos Arcanos. Lo que llamó más la atención, fue la gran montaña, en la que los dragones dormían y criaban a sus hijos. Jason apenas podía hablar.

Jason:¿Cómo es que existe algo así, si cuando nos dirigíamos a la Torre, no vimos nada, excepto una catedral destruida.

Itachi: Gran pregunta. Pero creo tener la respuesta.

Todos lo miraron.

Itachi: Los magos debieron haber hecho una dimensión acá. No es como una dimensión maestra como el Mundo Espiritual de ustedes, esto debe ser limitado. Lo que vimos del otro lado, fue la realidad. Aquí vemos, una tierra recreada para los dioses, los magos y los dragones.

William dejó de prestarle atención a Itachi y observó una hermoso parque. Allí había una persona. Pero se podía sentir que estaba llorando. Entonces, William notó que la lágrima que tenía sostenida en el cuello cambió a un color oscuro.

William: Ustedes tres vayan a ver la catedral y la Sala de los Magos Arcanos. Ahora voy.

Itachi:¿A dónde vas?

William: A ver una persona conocida.

William bajó al hermoso parque y vio a la jovencita. Era una chica muy hermosa. Era la reina. William se acercó a ella. La chica se dio cuenta de su presencia y lo miró.

Muchacha:¿Qué haces aquí? Vete.

William no le hizo caso y siguió avanzando. La muchacha hizo un especie de hechizo sobre William, pero no funcionó.

Muchacha:¿Por qué no obedeces mis órdenes?¡Vete!

William no le sigue haciendo caso. Deja su lanza en el césped y lentamente se saca el casco. Cuando la muchacha vio su rostro, quedó petrificada de la impresión. William la miró sonriendo.

William: Hola Gatita, tanto tiempo sin vernos.

disculpa pero te conosco
y le acerca y ve sus ojos y le dice ya me acuerdo de ti
pero no es combeniente que este por aqui
ya que el esta cerca y no kiero que tengas problemas
gatita se le acerca y le da un beso mientra hace un conjuro y en un cerrar de ojos william se tranforma en un gato
en eso se aparece blackrey el esposo de nekoblack
y le pregunto a gatita con quien hablabas ella le respondio a caso debo darte expricacion o debes seguirme todo el dia
mientra william por dentro de el se dice por me psa esto a mi y mas encima me tranforma en un gato
mientra observa atentamente
y cuando la pelea hiva apeores william salto hacia blackrey y le raguño la cara y el le iva a pegar al gato cuando se acerca un guardia y le dice al oido algo y se va

queda sola gatita y william, se quedan mirando al lago

William miro el lago. Hizo un ultimo esfuerzo y se transformo otra vez en humano. Gatita lo miró.

Gatita: ¿Qué hacés aquí? No puedo creer que hayas entrado al Reino del Caos.

William seguía mirando el lago pero le respondió a Gatita.

William: Una de nuestros compañeros fue secuestrado por tu esposo. Van a hacer un ritual y van a sacrificarla. A pesar de que es una mujer-loba, su alma quedará encerrada. Y va a ser imposible encontrarla, aún en el mundo espiritual.

William agarró una piedra que estaba allí, la apretó, y cuando abrió la mano, estaba hecha polvo. William gruñó.

William: Pase lo que pase, no dejaré que sea carne de sacrificio.

Gatita miró a William. Era la primera vez que el hombre-lobo mostraba su rabia. Sus ojos se había puesto rojo sangre. Estaba furioso en serio. Entonces, la reina tomó la mano de William y de repente, la ira de William fue bajando.

Gatita: Hablaré con mi esposo. La liberaré, no te preocupes.

Gatita se levantó y cuando giró vio a su esposo. El los miraba, con odio y cruelda. Los guardias sacaron sus armas y apuntaron a William. Blackrey agarró a Gatita del brazo y la llevó consigo. William miró a los guardias.

William: Les conviene irse para atrás.

Los guardias se rieron y uno de ellos le clavó su lanza de plata a William. El licántropo lo miró tranquilo, agarró la lanza, la quebró, se sacó el pedazo de metal, se regeneró y luego miró al guardia.

William: Mala elección.

Acto seguido, el rostro del guardia se empapó de sangre. Los demas se asustaron y retrocedieron. Blackrey giró y miró a William.

Blackrey: Te atreves a entrar a mi fortaleza, y a matar a mis soldados. Espero que estés listo para morir.

William sonrió y bajó la cabeza mientras se reía. El rey estaba confundido. Pero se enojó y de repente, una lluvia de flechas de plata cayeron sobre William. El cuerpo quedó tendido en el suelo. Uno de los guardias se acercó para agarrarlo, pero William lo agarró por el cuello y lo mató.

Blackrey: Acaso eres inmortal?!

Willim: Sí, y te recomiendo que retrocedas. A menos que quieras que Padre Lobo esté aquí.

Apenas William mencionó su nombre, todo quedó en silencio. Los dragones que dormían se despertaron. El rey dragón, Morgoroth, elevó vuelo y cayó en tierra. Blackrey quedó petrificado de miedo. William se le adelantó.

William: Quieres que lo llame?

Blackrey: N...no...por favor...

Morgoroth inclinó la cabeza. William se dirigió hacia él.

Morgoroth: Por favor, no lo hagas. El reino del Caos esta destruido, y por eso creamos esta dimensión.

William asentió. Luego miró a Blackrey y le hizo una seña. El rey soltó a Gatita y retrocedió. La reina se dirigió hacia William y fue a sus espaldas.

William: Blackrey, he venido a que me des lo que nos pertenece.

Blackrey: Qué cosa?

William: Rose. La mujer-loba que estaba con nosotros.

Blackrey: Es imposible. Está en el sacrificio.

William dio un silbido y dos hombres-lobo y un híbrido, ya transformados todos, rodearon a Blackrey.

William: No me hagas matarte.

Blackrey: No puedes matarme. Reencarnaré.

William se rió de forma estruendosa.

William: Lo lamento, pero en cuanto te mate, iré al Mundo Espiritual, y haré pedazos tu espíritu. Qué te parece?

Blackrey estaba pálido.

Blackrey: Bien, vayan a buscarla.

Los guardias salieron corriendo en busca de Rose.

William se tornó de espaldas y Blackrey sacó su espada sagrada y saltó sobre William. El licántropo sintió la acción y sin perder un segundo, se transformó en Gauro, lo tomó del brazo y lo lanzó al río. El rey de los dragones dio una llamarada sobre William quemándolo. Luego, Blackrey atravesó a William con su espada por la espalda. Morgoroth lanzó a Jason, Richard e Itachi lejos, golpeándolos con la cola, y cayeron inconscientes.
Blackrey giró la espada en el cuerpo de William para causarle más dolor. Al mismo tiempo, Morgoroth lanzó otra llamarada a William quemándolo por segunda vez. Pero no fue una muy buena idea. William agarró el brazo de Blackrey y se lo qebró, se sacó la espada, y la clavó en la tierra. Después, saltó sobre el rey de los dragones, hiriéndolo en un ojo. De repente, el cuerpo de William cambió, era más grande, más fuerte y lo más sorprendente, es que le salía una aura dorada alrededor de él. Sus ojos asesinos miraban a Blackrey, que retrocedia en el suelo.

Blackrey: Pa...pa...pa...Padre Lobo...



Los dos enemigos de William retrocedieron más asustados que nunca. Padre Lobo los miraba con mucha rabia.

Padre Lobo: Han osado intentar matar a mi portador, sacrificar a una hija mía y dos de mis hijos. Eso es algo que nunca perdonaré...

Padre Lobo dio un zarpazo rapidísimo a Blackrey y de repente, su pecho se abrió y salió un chorro de sangre. Morgoroth retrocedió y hecho a vuelo. Pero Padre Lobo saltó a su lomo y le dijo al oído.

Padre Lobo: No te mato porque fuimos amigos, y lo seguimos siendo, pero si vuelves a intentar matar a mis hijos, lo pagarás y no solo no irás al Mundo Espititual, si no que destruiré tu espíritu.

Dicho esto, saltó a tierra otra vez y se dirigió a Blackrey. Gatita, a pesar de que estaba del lado de William, saltó sobre Blackrey y lo protegió.

Gatita: Es suficiente. Ya lo hirieron bastante. William...por favor.

Gatita caminó hasta Padre Lobo, lo abrazó y le dijo sollozando.

Gatita: Sé que lo quieren matar, pero por favor, perdónale la vida.

Poco a poco, William volvió a ser el mismo y miró a Blackrey.

William: Vuelves a hacer algo estúpido y desapareces de la faz del universo.

Rose ya había llegado y levantaba a sus compañeros. William le ayudó y abrió un portal. Entraron al Mundo Espiritual para descansar.

Jason: Por qué no hiciste el portal antes?

William: Porque había algo que no me permite hacerlo. Pero está perdiendo poder. Dentro de poco, iré a donde se me antoje.

Dichas palabras, los hombres-lobo descansaron en el Mundo Espiritual, mientras Blackrey se curaba de sus heridas. Pero estas quedaran con cicatriz, no importa si es un dios, los daños producidos por Padre Lobo nunca se van.

mientra william y lo demas se ivan nekoblack se tranforma y toma a blackrey se lo colocaen la espanda y se van a su abitacion y lo empieza a curar. gatita piensaque algole paso a william ya que se veia preocupado y confudido

y se da cuenta que blackrey tiene una sicatri con una figura d lobo ella se lo toca y él solo la mira en eso ella tiene un avision y ve por que tiene esa sicatris y le pregunta entoces por lo odias dime. en eso él como puede le toma de la mano y hace que se hace que se acerque y le da un beso y le dice por lo mismo ya que me obrigaron a gobernar en algo que yo no queria y aque el se habia ido como si nada. pero todo tiene algo bueno ya que sea como sea soy feliz a estar a tu lado y blackrey hace que nekoblack este en su pecho para ahablasarla pero gatita estaba pensando ¿no puede ser ya que no es correspondido ya que ella estaba enamorada de otra persona y ademas son familiares?

pero gatita amite que ese es su destino cuando blackrey se queda dormido ella hace una carta a williamespricando lo que paso despues aparte le dice que sient algo por el pero no es correspondido ya que esta proivido. cuando termina la carta toma su taliman y hace un conjuro para llege a la mano de william juntocon una rosa rojo con negro. la manda y se va a dormir.

Ya en el Mundo Espiritual, William descansaba, recobrando sus ánimos, mientras que Jason y los demás se curaban de las heridas de dragón. En ese instante, un espíritu de viento se le apareció a William.

Espíritu: Al parecer, esta carta intentó teletransportarse al cualquier parte del Mundo Espiritual. Normalmente debería destruirla, pero va indicada a ti.

William: A mí?

William tomó la carta, le agradeció al espíritu de viento, y abrió la carta. La leyó de arriba a abajo, dos, tres, cuatro veces. Cuando se cansó de leerla, la hizo un bollo, y la tiró. William detestaba que le pusieran límites. Eso de amor prohibido, etc; eso era detestable.

William: Si no fuera por ella, Blackrey estaría hecho pedazos.

En ese momento, Morgoroth, el rey de los dragones apareció junto a William.

Morgoroth: Perdona la actitud del rey, William. No es una persona que perdona fácilmente.

William: Me di cuenta. Por eso, mi padre y yo le dimos una paliza.

Morgoroth se acostó en el suelo, mientras que por encima, los espíritus volaban.

Morgoroth: Yo no quise atacarte.Blackrey me tiene atado a un hechizo muy poderoso, realizado por un círculo de magos. Solo si los mato, puedo ser libre, pero el hechizo me prohíbe hacerlo.

William: Así que había sido por eso, eh?

William se levantó y silbó. Los tres hombres-lobos se reunieron con él.

William: No te preocupes. Los encontraremos y los mataremos.

Morgoroth: Ten cuidado, son archimagos.

William: Archimagos y mi abuela, vámonos!

Los cuatro volvieron al mundo real, cerca de los bosques del Reino del Caos.

Jason: Cada vez estamos más cerca. Tu poder debe estar creciendo.

William asintió con la cabeza y avanzó hacia el valle muerto. Lamentablemente, los guardias orcos y los dragones, arpías y quimeras estaban más activas que nunca.

Richard: Bien, no tenemos prisa, así que podemos pensar como entrar, tranquilos.

William se agachó y agudizó la vista.

Jason: No creen que deberíamos haber traído a Itachi? Lo dejamos dormido allá. Y si nos olvidamos de él, nunca saldrá de allá.

William: No te preocupes, les deje dicho a los espíritus que en cuanto se despierte, venga para acá.

William miró atento sus movimientos. Los guardias eran perfectos. Solo quedaba una opción.

William: Transfórmense en Gauru. Lo vamos a hacer al modo asesino.

Los cuatro se transformaron y se lanzaron a la Torre. Los guardias que los vieron, intentaron detenerlos, pero ellos los esquivaron saltando, haciendo zig zag, y otras cosas más. Cuando llegaron a la Torre Maldita, la escalaron más rápido que la última vez. Los guardias aéreos no lograron capturarlos ya que se introdujeron muy rápido a la Torre. Los guardias del interior intentaron matarlos pero terminaron ellos muertos. Hicieron el mismo recorrido, pero más rápido. Cuando llegaron a la dimensión de los magos, se encontraron que esta vez, los dragones habían dejado la montaña y vigilaban el terreno.

William: Entremos y matemos algunos guardias.

Los mataron y volvieron con las armaduras. Los dragones no los reconocieron porque las armaduras eparcían un olor a orco terrible. Entraron a la Sala de Magos. Era un espectáculo de magia. Pero esta era magia elemental. Viento, fuego, agua y tierra estaban presentes. Pasaron desapercibidos hasta encontrar el Círculo de Magos que se concentraban en controlar al Rey Dragón. William hizo la seña de que los rodearan y cuando lo hicieron, tiraron las armas y se lanzaron a por ellos.

Los magos que estaban practicando se dieron cuenta de la trampa y arremetieron contra ellos. Al mismo tiempo, Morgoroth sintió ser libre de nuevo, y ya que estaba en la dimensión, se lanzó a la Sala e hizo pedazos el techo. Los hombres-lobo saltaron a su lomo, y el rey dragón lanzó una terrible y poderosa llamarada a la que solo sorevivieron pocos magos.

Morgoroth: Muchas gracias, ahora destruyámoslos!

William: No, no era eso parte del plan. Debo cumplir una promesa.

Morgoroth lo vio a los ojos y supo que decía la verdad.

Morgoroth: En ese caso, vayámonos de acá.

William hizo unos gestos y un aura comenzó a rodearlos. Al instante, estaban de vuelta en el Mundo Espiritual.

Mientras, en la dimensión de los magos, Blackrey, sentado en su trono de piedra, murmuraba por lo bajo. De las puertas del palacio, un mensajero entró.

Mensajero: Mi...rey..., lo...los ma...mag...gos...fue...fuer...fueron emboscados...por unos...lica...licant...licántropos.

Blackrey alsó la vista y miró al mensajero.

Mensajero: Cuando los...intrusos...iban a escapar..., Mor...Morgoroth destruyó el techo..., y los rescató.

Blackrey: El Círculo de los Magos Arcanos. Morgoroth se lo pudo contar a William en el Mundo Espiritual. Demonios!!

Blackrey golpeó su puño contra el apoyabrazo de piedra.

Blackrey: Ese desgraciado...tengo que matarlo de algún modo. Para eso, tendría que entrar en el Mundo Espiritual, y asesinar a Padre Lobo, así William sería un hombre-lobo común. Pero a pesar de que Padre Lobo está en un letargo sueño interminable, no sé donde encontrarlo. Guardias, traigan a mis asesinos!

Los guardias hicieron una reverencia y los buscaron. Al cabo de unos minutos, los dos asesinos del rey entraron sigilosamente.

Blackrey: Quiero que maten al Espíritu de Padre Lobo. Si lo hacen, los liberaré.

Ambos asesinos asintieron y salieron en la búsqueda de William.

Blackrey: Tengo que matarlo...a todo costo.